El análisis a través de la mediación corporal de un hombre joven, revela un bebé físicamente « destrozado », el no ha sido tocado pero si excitado precozmente. Los síntomas somato sicóticos evocan las huellas enquistadas de la memoria corporal del traumatismo. Clivados, Incorporados y alucinados. Esas huellas serán simbolizables únicamente si se co-encarnan en la relación de sostén con el objeto quien es un recurso para la cura, estando en capacidad de compartir lo sensorial primitivo y auto-organizador entre el analista y el analizado.
Adolescence, 2014, 32, 4, 797-808.