El autor nos expone gracias a un caso surgido de una evaluación y de muchos otros ejemplos la dificultad a utilizar propósitos interpretativos con los adolescentes. La importancia de los desórdenes existentes, nos rinden cuenta más que todo, de los procesos adolescentes en curso que de los procesos de una patología declarada. Ello obliga al terapéuta a una rigurosidad y a la prudencia en el momento de sus intervenciones e interpretaciones.
Adolescence , septembre 2002, 20, 3, 471-487