Los temores dysmorfofobicos nos envían a las aprehensiones de lo que una posición sexual del lado femenino o masculino puede evocar de un compromiso imposible a respetar delante la mirada de los otros. Es a partir de una convicción de contener en un espacio imaginario del cuerpo una negatividad vergonzosa del adolescente donde el adolescente se siente excluido del juego social y de todo el registro de la seducción y constituye un refugio de esta condición poniéndose en suspenso en lo que se refiere a la prueba de sexuación. También toda una problemática de la adopción del velo posicionara al adolescente en lo que nosotros podemos llamar su « prefiguración » necesaria como respuesta a sus interrogaciones en el campo del intercambio de las miradas. En este articulo definiremos una trayectoria que podría presentarse como un circulo en el cual los dos bordes no se unen formando una espiral ascendiente : el punto de partida es la realidad del cuerpo el evitamiento inicial del pubertario resentido como otro sexo (el femenino) luego por la prueba de la vergüenza la dysmorfofobia y la creación del objeto estético de recubrimiento de esta prueba del vacío.
revue Adolescence, 2011, T. 29 n°4, pp. 801-818.