A partir de una investigación etnográfica, en dos establecimientos de niños a carácter social (MECS), este artículo interroga la manera en que el rito y la ritualisacion pueden contribuir a la substitución familiar. Se examinan, las condiciones favorables a la emergencia y a la utilización de ritos y se observe como es que pueden constituirse en útiles posibles de inclusión y de participación social, asociados a la producción de una cultura moral y educativa. Se hace la hipótesis que la sicologizacion « salvaje » de los problemas por los profesionales y el recurso casi exclusivo al psicólogo clínico como reguladores en las dificultades institucionales conducirá a subestimar el interés y la eficacidad de los ritos, y ello para beneficiar únicamente « la clínica de la palabra ».
Adolescence, T. 31 n°1, pp. 169-179.