Régularmente, la literatura interesada por la delincuencia durante la adolescencia convoca el fallecimiento de la autoridad como explicativa de las transgresiones del vínculo social. Estos son los legados de una tradición teórica que ha demostrado en repetidas ocasiones los efectos de la triangulación edípica, paradigmática de las relaciones emocionales y sociales. Sin embargo, una parte de la clínica empieza a mostrarnos todo el peso de una dinámica del cambio, sometida a un mandato de paridad, que no podemos desatender. Respaldadas por el narcisismo, ésta aventaja sobre la genealogía, y confiere a las distancias y las proximidades, una función segura ; la que garantiza por el adolescente, reciprocidad e integridad, basando de orto modo las valores suyas.
Adolescence, 2011, T. 29 n°1, pp. 293-304.