Este artículo pretende constituirse en una reflexión clínica sobre el acto de la prostitución y los procesos psíquicos que dicho acto engendra. Un horizonte sobre la historia de las hipótesis de la investigación y sus momentos fuertes, nos permite de señalar hasta que punto, el conocimiento de la amnanesis y del traumatismo es insuficiente para comprender el destino prostitucional. La escucha de la clínica me ha llevado a tomar en cuenta la fuerza de las palabras que tienen valor de ordenes como « no eres más que una prostituta » o « yo soy una prostituta » fabricado por el sujeto mismo. En ese contexto de sensibilidad a las palabras es que se dió a conocer la función del « cuarto pesonaje » ; como la figura de un Otro social femenino, a quién se dirigia el acto de prostitución y de lo que se juega para el sujeto. En efecto, y tal es nuestra hipótesis de investigación : La erotología de ciertos actos de prostitución participaría a una construcción de soi através de experiencias autoeróticas alrrededor de los orificios del cuerpo, y de aquello que la psicoanalisis llama el objeto a minuscula. Como lo indica aquello que nosotros hemos descrito de « el acto de prostitución symbolico », el amor no está ausente de un tal proceso de subjetivación.