Existen al menos tres definiciones posibles para la palabra “ virtual ” : aquello que constituye la potencialidad y el porvenir, aquello que es presente pero no actualizado en un momento dado ; y aquello que excluye el cuerpo y sus emociones. En todo caso, lo virtual se impone como un fantasma dónde se mobiliza a la vez, el deseo de ser contenido en la imagen y el deseo de interactuar con ella y finalmente de cambiar su piel con la suya. Pero a veces, los reencuentros virtuales son utilizados por los adolescentes como espacios transicionales con fines de simbolización personal.