El autor interroga las modificaciones de la estructura de la personalidad relacionada con los cambios específicos de la sociedad y de la cultura y principalmente y principalmente, las modificaciones de la vida familiar y los modos de socialización.
El terapéuta familiar debe tomar en cuenta la dimensión social del narcisismo. Aparece como una necesidad la de trabajar los vínculos conyugales y familiares en relación a los imperativos de libertad y de la fragilidad de las contraridades exteriores y todo ello pra poder regularlos.