Espacio lúdico, onírico, creativo, el Arte constituye un medio maleable al que puede recurrir el adolescente para tratar la crisis identitaria y pulsional a la que se enfrenta. Sin urgencia; « de soslayo »; con ese reconocimiento-desconocimiento propio a la dinámica de encuentro y creación del objeto estético.
La obra de arte es el paradigma de una cura singular, cura de escritura, cuyo terapeuta-mayeuta, intermediario igualmente maleable, con su función de apuntalamiento, se convierte en substituto transicional y transitorio del objeto materno primario, con su función anti-excitación.
El efecto logrado es un sentimiento de eficacia relativo al juego de enlaces-desenlaces-renlaces preconscientes que proporciona al psiquismo en crisis la capacidad de hacerse progresivamente auto-continente de sus representaciones. Subjetivación del Unheimlich.