El encuentro entre la familia y los equipos en psiquiatria a menudo produce una connotación negativa en la vivencia de los unos y los otros. El miedo de la parte de los equipos de la emergencia emocional de la ambivalencia y de los dobles vínculos van a perturbar el proceso diagnóstico y terapéutico clasicamente fundado sobre la separación. El miedo que tiene la familia de ser acusados y culpabilizados que durante mucho tiempo ha servido a mantener el impedimiento de la construcción terapéutica.
Por lo tanto, un enfoque integrativo : Terapia pluripartenarial dónde cada actor implicado debe descubrir sus propios recursos e interrogar los mecanismos de su propia coherencia psíquica. Ello presenta beneficios tanto sobre el plano del pronostico social del paciente como sobre el plano de la prevención de las patologías segundarias inducidas por el sufrimiento del entorno familiar. Sin embargo aún hay que trabajar para erradicar los prejuicios del pasado que tienen una piel dura y persistente y envenenan la relaciones naturales entre los protagonistas inevitables de todo tratamiento coherente que busca una integración y una de-estisgmatización.