Para muchas jóvenes, la transición hacia la edad adulta ocurre con motivo de una primera experiencia de la maternidad. Desde un punto de vista clínico psicoanalítico, la investigación de campo efectuada en colaboración con el equipo médico permite observar los movimientos de la vida psíquica femenina que se manifiestan durante el embarazo y el parto. El embarazo parece ser una etapa de pasión silenciosa dirigida hacia el objeto interno imaginario; la transparencia psíquica deja entrever representaciones sexuales e incestuosas descargadas de energía psíquica. En el momento del parto, debido al estremecimiento somático, esas mismas representaciones pueden llegar a salir a la luz y suscitar una excitación no controlable, acarreando así un riesgo potencial de constitución de una neurosis traumática.