La pasión y la adolescencia, ambas, nos evocan la problemática del exeso, el extremo, la desmesura y el mucho de lo mucho. El amor es aquí incensato e insoportable, pués está ligado a la necesidad del otro más que a la expresión del deseo. Así, más allá de la exigencia del control sobre el otro, que es la causa de la necesidad ; encontramos en el caso del sujeto pasional un sadomasoquismo intrasubjetivo en acción y coductas autodestructivas frecuentes (autosadismo). Aquí la victima y el verdugo estan particularmente confundidos y amalgamados.