Es a penas, después de alrrededor medio siglo, que la filosofía y las ciencias humanas consideran la mirada por sí misma, y estudian su presencia y su acción en la vida actual y en la historia. Basandose en investigaciones recientes de los historiadores de mentalidad. El autor sigue paso a paso la manera en que se desarrolla la emergencia de dicho interés de manera de hacer sobresalir la especificidad de la noción freudiana correspondiente.
El nos muestra enseguida, como la psicoanálisis a llegado progresivamente a situar la mirada en el seno de los objetos que rigen nuestra vida inconsiente. A veces confundida con el sexo, con una instancia del super ego o tutelar a este, o con un objeto parcial. Habría que fefinir, como la señal precursora del mensaje enigmatico condensa el centro sexual del mensaje propulsando al sujeto a darle cuerpo de una manera u otra.