El rap desencadena procesos de alteración de la lengua y de la voz semejantes a los ocurridos durante el tránsito de la infancia hacia la adolescencia. En efecto, los juegos lingüísticos y vocales del rap permiten tomar distancia respecto a ciertas transformaciones fisiológicas y psicológicas. Un texto como » Poison juvénile » ( » Veneno juvenil « ), del grupo Movez’ Lang, puede entonces ser visto como la puesta en escena de una » muda de piel » : pareciera que los cantantes de rap intentan desmembrar una prosodia, un discurso, una representación de sí propios a la niñez, para imponer rítmica y metafóricamente una representación vocal desproporcionada, capaz de ocultar tras sus excesos y su carácter voluntariamente estereotipado la voz y la palabra singulares del sujeto. Se trata efectivamente de un modo de envolver y velar la subjetividad individual mediante un juego púdico y sugestivo a la vez.