El autor considera que los momentos específicos alternados de la relación simétrica y asimétrica facilitan el trabajo analítico y permiten de hacer interpretaciones con un sujeto analizado que habitualmente tiene temor de la dependencia y es hostil hacia los representantes del súper ego y que necesita de ser contenido de una manera sutil y no declarada y de una contribución a la coherencia de su yo del paciente adolescente. La narración clínica nos ilustra esta manera específica de trabajar que es muy diferente de la manera adoptada con los pacientes adultos. Por ejemplo el analista debe poder renunciar provisoriamente y ellos a veces por largo tiempo a interpretaciones muy brillantes y frecuentes que podrían poner de relieve la superioridad del adulto difícilmente tolerada por el adolescente.