MYRIAM BOUBLI : DE LO MISMO, EN EXCESO SEMEJANTE, A LA PEQUEÑA DESEMEJANZA DURANTE LA BUSQUEDA DE LA ALTERIDAD

Se trata aquí de mostrar y analizar dos movimientos de sexualización durante la adolescencia, así como sus inciertos rumbos. El primer movimiento psíquico, casto,  » cortés « , es la condición sine qua non del segundo ; favorece el reconocimiento y la elaboración de las emociones, el surgimiento de un pensamiento personal y la aceptación de la alteridad. Durante este primer movimiento psíquico, la ilusión casi delirante de pertenecer a ambos sexos se ve paulatinamente abandonada gracias a la experiencia amorosa de pareja que recurre al otro, doble un tanto disímil, para desprenderse de los poderes edípicos. Apoyándose en dicha experiencia emocional, el adolescente modifica los lazos que lo unen a sus objetos de identificación y de amor, cobrando conciencia de algunos de sus propios modos de pensamiento.

El segundo movimiento amplía la capacidad de aprender mediante la experiencia, el insight, la aceptación de la alteridad ; hace posible una intimidad sexual genital estable y plena gracias a la integración de la bisexualidad psíquica.